¿Qué hacer en casa para ayudar a un familiar con ictus?
Andrés Velasco
4/15/2025
Cuando un ser querido ha sufrido un ictus, es normal sentirse desbordado, con muchas dudas sobre cómo actuar en casa. La rehabilitación no empieza ni termina en la clínica: el entorno familiar es clave para la recuperación. Por eso, en este artículo te explico, desde la experiencia clínica, cómo puedes apoyar de forma eficaz, respetuosa y segura desde el hogar.
1. Comprende las secuelas del ictus: cada caso es único
Después de un ictus, el cerebro puede verse afectado de muchas formas. Las secuelas varían en función del área dañada, la extensión del daño y del tiempo transcurrido sin atención médica. Comprender esto es el primer paso para ofrecer una ayuda real y adecuada.
Algunas de las secuelas más frecuentes que puedes observar son:
Déficits motores: puede tener medio cuerpo afectado (hemiplejia o hemiparesia), dificultad para coordinar movimientos, caminar o manipular objetos.
Alteraciones cognitivas: pérdida de memoria, dificultad para concentrarse, cambios en la capacidad de razonamiento o de planificación.
Afasia o trastornos del lenguaje: dificultad para expresarse, comprender, leer o escribir.
Cambios emocionales o de conducta: frustración, irritabilidad, llanto espontáneo o apatía. No siempre son signos de depresión, sino parte del daño neurológico.
No todas las secuelas son visibles, y muchas veces lo que cambia es la forma de actuar, pensar o comunicarse. Tu papel como familiar no es "corregir" esos cambios, sino comprenderlos y acompañar el proceso de recuperación con empatía y conocimiento.
2. Fomenta la autonomía (no sobreprotejas)
Es natural querer ayudar en todo momento, pero el exceso de ayuda puede frenar el progreso. La autonomía se construye a base de pequeños logros, y eso implica dejar que tu familiar haga por sí mismo lo que esté en su mano, aunque le lleve más tiempo.
Si puede vestirse solo aunque tarde 15 minutos, déjalo hacerlo.
Si puede peinarse con una mano, anímale, no lo hagas por él.
Celebra los avances, aunque parezcan mínimos.
La clave está en no hacer por él lo que puede hacer por sí mismo con esfuerzo, incluso si requiere adaptación.
3. Adapta el entorno del hogar
El entorno físico influye directamente en la recuperación. Hacer ajustes sencillos en casa puede mejorar la seguridad, reducir el riesgo de caídas y facilitar la movilidad:
Quita alfombras sueltas y obstáculos del suelo.
Asegura buena iluminación en pasillos y estancias.
Usa sillas con respaldo y apoyabrazos para mayor estabilidad.
Instala barras de apoyo en el baño y ducha.
Mantén los objetos de uso diario a una altura accesible.
Una vivienda ordenada, accesible y previsible reduce la dependencia y fomenta la participación.
4. Propón actividades que tengan sentido
La terapia no solo ocurre en una camilla o con ejercicios repetitivos. Las actividades con sentido personal son fundamentales para activar el cerebro y mantener la motivación.
Cocina algo sencillo con tu familiar si antes lo hacía.
Anímale a ayudar en tareas del hogar, como doblar ropa o poner la mesa.
Escuchad juntos su música favorita, mirad fotos o leed noticias.
Las rutinas significativas ayudan a reconectar con su historia, su identidad y su autoestima. No es solo "hacer cosas", es sentirse útil.
5. Sigue las pautas del profesional de referencia
Si tu familiar está en rehabilitación, como terapeuta ocupacional te ayudaré a establecer objetivos realistas y actividades complementarias que puedas realizar en casa. Pregunta siempre:
¿Qué ejercicios puedo reforzar en casa?
¿Qué movimientos funcionales debemos trabajar en el día a día?
¿Cómo puedo favorecer el uso del brazo afectado en actividades reales?
Una buena coordinación entre clínica y hogar multiplica los resultados de la rehabilitación.
6. Cuida de ti: el cuidador también necesita apoyo
Este es quizás el punto más olvidado, pero más importante. Cuidar cansa, y nadie nace sabiendo cómo hacerlo. Puedes sentirte frustrado, agotado o incluso culpable por no poder con todo. Pero recuerda:
No estás solo/a. Pide ayuda si lo necesitas.
Descansar no es un lujo, es una necesidad.
No puedes cuidar bien si tú estás al límite.
Tener información, recursos y acompañamiento profesional te aliviará y hará que todo el proceso sea más llevadero.
¿Necesitas orientación personalizada?
Si estás buscando un profesional especializado en la rehabilitación del ictus en Huelva, puedo ayudarte desde una atención personalizada, ya sea en clínica o en el propio domicilio. Estoy comprometido con la mejora funcional y la calidad de vida de cada persona que acompaño en su recuperación.
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