El arte de la práctica: cómo el cerebro aprende tras un ictus
Andrés Velasco
12/5/2024
Cuando hablamos de ictus, muchas veces pensamos en un antes y un después. Es un evento que no solo cambia la vida del paciente, sino también la manera en que su cerebro funciona. Sin embargo, hay una verdad que sigue siendo un faro de esperanza: el cerebro es plástico, adaptable, y aunque tiene limitaciones, puede reorganizarse.
Un reciente estudio publicado en Neurological Sciences nos ofrece un vistazo al fascinante mundo del aprendizaje motor post-ictus. Este trabajo se centra en el Finger Tapping Task (FTT), un ejercicio que mide y mejora habilidades motoras a través de la práctica repetitiva. Los resultados no solo son alentadores, sino que confirman algo que los rehabilitadores sabemos bien: la repetición, bien dirigida, es poderosa.
Surgen varias conclusiones tras la lectura de este artículo:
1️⃣ Práctica y progreso:
El estudio mostró que la práctica constante mejora tanto la precisión como la velocidad de los movimientos en personas que han sufrido un ictus, incluso años después del evento. Esto refuerza la idea de que nunca es tarde para mejorar, especialmente cuando se utilizan tareas específicas y estructuradas.
2️⃣ La conexión mente-cuerpo:
Factores como la ansiedad y la atención influyen directamente en el proceso de recuperación. Por ejemplo, los pacientes con menor ansiedad lograron un mejor equilibrio entre precisión y cantidad de movimientos realizados. Esto destaca la necesidad de abordar la rehabilitación de manera integral, cuidando no solo el cuerpo, sino también la mente.
3️⃣ Transferencia intermanual:
Uno de los hallazgos más interesantes es que entrenar una mano puede beneficiar a la otra, incluso si esta última está afectada. Este fenómeno, conocido como transferencia intermanual, ofrece una estrategia prometedora para pacientes con limitaciones severas en un lado del cuerpo.
La neurorrehabilitación es mucho más que repetir movimientos; es un proceso estratégico que busca reorganizar el cerebro y restaurar la funcionalidad perdida. Este estudio confirma algo esencial en nuestra práctica: incluso años después del ictus, el cerebro conserva su capacidad de aprender y adaptarse. La mejora en precisión y velocidad motora a través de ejercicios específicos no solo refuerza el potencial del aprendizaje motor, sino también la importancia de diseñar intervenciones personalizadas que aprovechen fenómenos como la transferencia intermanual, una herramienta clave para pacientes con hemiplejias severas.
Además, el impacto de factores como la ansiedad y la atención en el proceso de recuperación destaca la necesidad de abordar al paciente de manera integral, cuidando tanto la mente como el cuerpo. Cada repetición tiene un propósito funcional: no se trata solo de mejorar la motricidad fina, sino de recuperar habilidades esenciales para la vida diaria, como escribir o vestirse. Este estudio reafirma nuestra labor recordándonos que la rehabilitación no depende solo del tiempo, sino de estrategias bien dirigidas que devuelvan al paciente independencia, confianza y calidad de vida.
Referencia
Straudi, S., Antonioni, A., Cellini, N., Baroni, A., Fregna, G., Lamberti, N., Koch, G., & Manfredini, F. (2024). Characterizing practice-dependent motor learning after a stroke. Neurological Sciences. https://doi.org/10.1007/s10072-024-07815-y
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